Hacer ejercicio rejuvenece y provoca la regeneración de neuronas, gracias a que retarda los efectos de la vejez en el cerebro y en todo el organismo
En un comunicado, expuso que la edad genera un declive que se observa en la pérdida de la corteza prefrontal, parte del encéfalo que tarda más en desarrollarse -hasta la adolescencia-, pero que es la primera en desaparecer en la senectud. Este lugar es donde se toman las decisiones.
Esta porción tarda mucho en crecer y se conecta directamente con el lado emocional, por eso es que en la adolescencia los jóvenes no saben exactamente qué quieren; los niños carecen de ella y los ancianos la pierden rápidamente.
La especialista apuntó que la práctica del ejercicio aeróbico, aquel que demanda grandes cantidades de oxígeno, permite que las fibras neuronales crezcan y las neuronas se conecten mejor.
Con su práctica se forman redes neuronales, en el lóbulo frontal y en la corteza anterior del cíngulo, ambos relacionados con la toma de decisiones. Además aumenta las conexiones con el lóbulo temporal, donde se almacena la memoria con otras zonas de vinculación, indicó.
Este paso se agrupa con procesos de estimulación y evocación, se óptimizan las habilidades para evaluar conflictos y prestar atención, primer paso para aprender.
También refuerza lo que se conoce como procesamiento cognitivo y el factor neurotrófico asociado a la memoria de largo plazo, el crecimiento y la sobrevida de las neuronas, refirió.
Por años se han estudiado los beneficios del ejercicio. Se sabe que ayuda a la circulación sanguínea, porque al contraer los músculos se da masaje a las arterias y también provoca que la sangre transite con menos carga hasta el corazón, destacó.
Asimismo, se sabe que las contracciones suaves estimulan los huesos y evitan la pérdida de material óseo. Por ello, se recomienda a personas mayores de cuarenta años acompañado de la prácticas de pesas, añadió.
Georgina Montemayor aseguró que estudios aplicados a personas mayores de 55 años, comprobaron que aquellas susceptibles a contraer Alzheimer retardan por años su aparición y, para aquellos que ya la padecen, mejoran de manera importante.
Con tan sólo 30 minutos al día de ejercicio aeróbico, como caminar, nadar, andar en bicicleta o correr se logra mantenerse joven y alegre, porque esta actividad libera serotonina, sustancia que se pierde en estados de depresión.
Destacó que la edad no sólo se ve reflejada en una piel tersa, también se observa en la actitud y en la manera de pensar.
Fuente: El Universal de México
En un comunicado, expuso que la edad genera un declive que se observa en la pérdida de la corteza prefrontal, parte del encéfalo que tarda más en desarrollarse -hasta la adolescencia-, pero que es la primera en desaparecer en la senectud. Este lugar es donde se toman las decisiones.
Esta porción tarda mucho en crecer y se conecta directamente con el lado emocional, por eso es que en la adolescencia los jóvenes no saben exactamente qué quieren; los niños carecen de ella y los ancianos la pierden rápidamente.
La especialista apuntó que la práctica del ejercicio aeróbico, aquel que demanda grandes cantidades de oxígeno, permite que las fibras neuronales crezcan y las neuronas se conecten mejor.
Con su práctica se forman redes neuronales, en el lóbulo frontal y en la corteza anterior del cíngulo, ambos relacionados con la toma de decisiones. Además aumenta las conexiones con el lóbulo temporal, donde se almacena la memoria con otras zonas de vinculación, indicó.
Este paso se agrupa con procesos de estimulación y evocación, se óptimizan las habilidades para evaluar conflictos y prestar atención, primer paso para aprender.
También refuerza lo que se conoce como procesamiento cognitivo y el factor neurotrófico asociado a la memoria de largo plazo, el crecimiento y la sobrevida de las neuronas, refirió.
Por años se han estudiado los beneficios del ejercicio. Se sabe que ayuda a la circulación sanguínea, porque al contraer los músculos se da masaje a las arterias y también provoca que la sangre transite con menos carga hasta el corazón, destacó.
Asimismo, se sabe que las contracciones suaves estimulan los huesos y evitan la pérdida de material óseo. Por ello, se recomienda a personas mayores de cuarenta años acompañado de la prácticas de pesas, añadió.
Georgina Montemayor aseguró que estudios aplicados a personas mayores de 55 años, comprobaron que aquellas susceptibles a contraer Alzheimer retardan por años su aparición y, para aquellos que ya la padecen, mejoran de manera importante.
Con tan sólo 30 minutos al día de ejercicio aeróbico, como caminar, nadar, andar en bicicleta o correr se logra mantenerse joven y alegre, porque esta actividad libera serotonina, sustancia que se pierde en estados de depresión.
Destacó que la edad no sólo se ve reflejada en una piel tersa, también se observa en la actitud y en la manera de pensar.
Fuente: El Universal de México
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