En un juicio inédito, una hija de desaparecidos nacida durante el último gobierno militar argentino (1976 - 1983), pidió 25 años de cárcel para la pareja que la crió.
María Eugenia Sampallo Barragán, nacida en cautiverio en 1978 en un hospital militar, es la primera hija de desaparecidos de Argentina en llevar a juicio a sus "apropiadores", es decir, a la pareja que se la quedó.
Este martes, la querellante pidió 25 años de prisión para los tres acusados de haberla robado recién nacida. Se trata del militar Enrique Berthier, quien la habría sustraído del lugar donde nació, y de Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, la pareja que se la apropió.
Este miércoles, asimismo, el fiscal del caso pidió la misma pena para los imputados. La pareja acusada se ha negado a declarar, y el militar ha negado los cargos.
Según le explicó a BBC Mundo el abogado de María Eugenia Sampallo, Tomás Ojea Quintana, se acusa a los tres imputados de los delitos de "retención y ocultamiento, cambio de estado civil y falsificación de documento nacional de identidad."
"Estos delitos son extremadamente graves y las penas que prevén son acordes a las que pedimos nosotros. Son crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".
"Además, tiene el agravante de la particular situación de María Eugenia, del maltrato que sufrió durante su crianza y la condición de militar de Berthier. Él es el que tiene mayor información sobre el verdadero origen de María Eugenia."
"Aterradora crianza"
Según explicó la joven durante el juicio, sus apropiadores no la trataban bien. En su testimonio en los tribunales detalló que le decían que era adoptada y le mentían con distintas versiones de lo que había pasado con sus padres: desde que habían muerto en un accidente hasta que era hija ilegítima de una empleada de limpieza o de una azafata.
"María Eugenia ha sufrido décadas de ilegítima y aterradora crianza. Hay que destacar la permanente manipulación de la conciencia María Eugenia, en cuanto le daban distintas versiones sobre su origen, algunas alocadas y confusas, nunca siendo francos con ella," puntualizó su abogado.
María Eugenia Sampallo se enteró de que era hija de desaparecidos a los 22 años, cuando acudió a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) de Argentina para disipar las dudas sobre su origen. Después de realizarse estudios de ADN, comprobó que era hija de desaparecidos.
Sus padres verdaderos eran Mirta Mabel Barragán y Leonardo Sampallo, ambos secuestrados por el gobierno militar en 1977.
Su madre, que al ser secuestrada estaba embarazada de seis meses, trabajaba en una fábrica y militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista. Su padre trabajaba en un astillero y también era militante en ese partido.
Ejemplo para otros nietos
En su alegato, la joven destacó que espera que este juicio "sirva para que recuperen su identidad otros chicos que están en la situación en que yo estaba", es decir, secuestrados por militares.
"Hay que resaltar el coraje y la valentía de María Eugenia de ponerse al frente de este juicio y de exponer su vida ante el tribunal", le dijo a BBC Mundo su abogado, Tomás Ojea Quintana.
"Uno de los mensajes que tiene este juicio está dirigido a los cerca de 400 nietos que aún no recuperaron su identidad y que seguramente están viviendo una situación de ilegalidad, para que se animen a buscar su verdadera identidad."
Según la organización Abuelas de Plaza de Mayo, ya se han recuperado 88 chicos robados por el gobierno de facto, como María Eugenia, pero aún quedan unos 400 jóvenes nacidos en ese período que aún no conocen su verdadera identidad.
Las organizaciones de derechos humanos argentinas calculan que unas 30.000 personas desaparecieron y fueron asesinadas durante el último gobierno de facto.
BBC
María Eugenia Sampallo Barragán, nacida en cautiverio en 1978 en un hospital militar, es la primera hija de desaparecidos de Argentina en llevar a juicio a sus "apropiadores", es decir, a la pareja que se la quedó.
Este martes, la querellante pidió 25 años de prisión para los tres acusados de haberla robado recién nacida. Se trata del militar Enrique Berthier, quien la habría sustraído del lugar donde nació, y de Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, la pareja que se la apropió.
Este miércoles, asimismo, el fiscal del caso pidió la misma pena para los imputados. La pareja acusada se ha negado a declarar, y el militar ha negado los cargos.
Según le explicó a BBC Mundo el abogado de María Eugenia Sampallo, Tomás Ojea Quintana, se acusa a los tres imputados de los delitos de "retención y ocultamiento, cambio de estado civil y falsificación de documento nacional de identidad."
"Estos delitos son extremadamente graves y las penas que prevén son acordes a las que pedimos nosotros. Son crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional".
"Además, tiene el agravante de la particular situación de María Eugenia, del maltrato que sufrió durante su crianza y la condición de militar de Berthier. Él es el que tiene mayor información sobre el verdadero origen de María Eugenia."
"Aterradora crianza"
Según explicó la joven durante el juicio, sus apropiadores no la trataban bien. En su testimonio en los tribunales detalló que le decían que era adoptada y le mentían con distintas versiones de lo que había pasado con sus padres: desde que habían muerto en un accidente hasta que era hija ilegítima de una empleada de limpieza o de una azafata.
"María Eugenia ha sufrido décadas de ilegítima y aterradora crianza. Hay que destacar la permanente manipulación de la conciencia María Eugenia, en cuanto le daban distintas versiones sobre su origen, algunas alocadas y confusas, nunca siendo francos con ella," puntualizó su abogado.
María Eugenia Sampallo se enteró de que era hija de desaparecidos a los 22 años, cuando acudió a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) de Argentina para disipar las dudas sobre su origen. Después de realizarse estudios de ADN, comprobó que era hija de desaparecidos.
Sus padres verdaderos eran Mirta Mabel Barragán y Leonardo Sampallo, ambos secuestrados por el gobierno militar en 1977.
Su madre, que al ser secuestrada estaba embarazada de seis meses, trabajaba en una fábrica y militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista. Su padre trabajaba en un astillero y también era militante en ese partido.
Ejemplo para otros nietos
En su alegato, la joven destacó que espera que este juicio "sirva para que recuperen su identidad otros chicos que están en la situación en que yo estaba", es decir, secuestrados por militares.
"Hay que resaltar el coraje y la valentía de María Eugenia de ponerse al frente de este juicio y de exponer su vida ante el tribunal", le dijo a BBC Mundo su abogado, Tomás Ojea Quintana.
"Uno de los mensajes que tiene este juicio está dirigido a los cerca de 400 nietos que aún no recuperaron su identidad y que seguramente están viviendo una situación de ilegalidad, para que se animen a buscar su verdadera identidad."
Según la organización Abuelas de Plaza de Mayo, ya se han recuperado 88 chicos robados por el gobierno de facto, como María Eugenia, pero aún quedan unos 400 jóvenes nacidos en ese período que aún no conocen su verdadera identidad.
Las organizaciones de derechos humanos argentinas calculan que unas 30.000 personas desaparecieron y fueron asesinadas durante el último gobierno de facto.
BBC
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