Especialistas chilenos aseguran que cuidar la visión y la alimentación, ayudaría a llegar de una buena manera a la vejez.
Los nuevos recursos y tecnologías hacen que la población sea más longeva, y que la esperanza de vida de las personas aumente progresivamente.
Sólo en Chile se estima que el 11,5% de la población es mayor de 60 años, cifra que va aumentando. Es por eso que tomar las medidas necesarias para llegar a la vejez de la mejor manera posible se torna imperante.
Dos variables estarían directamente relacionadas con una calidad de vida grata y sana para quienes llegan a la tercera edad, la visión y alimentación.
CIUDADO OFTALMOLOGICO
Según José Luis Rodríguez, oftalmólogo de Instituto de Prevención y Rehabilitación de la Ceguera David Bitrán, lo más importante desde el punto de vista oftalmológico es la prevención.
El especialista recalca que los exámenes oftalmológicos serían muy importantes, sobre todo en la tercera edad, cuando las personas son más propensas a desarrollar enfermedades relacionadas con la visión. "Es indudable que con el paso de los años aparecen patologías relacionadas con la edad. Prevenir y tratar los daños que sabemos que se pueden presentar es fundamental", señala el experto.
En este sentido, cuenta que es recomendable visitar al oftalmólogo por lo menos una vez cada dos años, o incluso cada seis meses, si se tienen antecedentes de glaucoma, una enfermedad genética que se caracteriza por el aumento de la presión ocular y que afecta al 4% de la población mayor de 40 años.
GLAUCOMA
"La detección precoz de esta patología conlleva un tratamiento oportuno, con lo que se atrasa el daño al nervio óptico y así se posterga o evita la ceguera", sostiene el oftalmólogo del Instituto.
Este tratamiento consiste, entre otros procedimientos, en la aplicación de colirios y, en algunos casos en cirugías, ya sea con láser o quirúrgicas.
Si no existen antecedentes de esta enfermedad en la familia, el experto aconseja que los adultos mayores estén atentos a ciertos síntomas que requieren una visita al especialista para evitar problemas mayores.
Según Rodríguez, síntomas como el dolor ocular, ojo rojo (sobre todo unilateral), pérdida de la agudeza visual, visión borrosa, dolor de cabeza y alejamiento del plano de enfoque, son motivos de consulta .
Otras enfermedades típicas de los adultos mayores y de las que habría que poner atención son, por ejemplo, la presbicia o la pérdida de la capacidad acomodativa del cristalino por la disminución de su elasticidad, degeneración macular (una enfermedad degenerativa que afecta a la retina) y retinopatías, especialmente diabéticas.
RETINOPATIAS Y CATARATAS
"Las retinopatías pueden tener distinto origen, pero son comunes las que se presentan por diabetes. Por eso, los adultos que la padecen deben estar atentos, y los médicos generales deben hacerle notar al paciente esta posibilidad para que el oftalmólogo pueda ir a buscar con un adecuado examen posibles daños antes de que se produzcan", cuenta Rodríguez.
Pero sin duda, una de las enfermedades más comunes que se presenta en adultos mayores son las cataratas, una de las principales causas de ceguera en nuestro país.
Según explica el especialista, las cataratas se producen por una pérdida de transparencia del cristalino, lo que impide que se enfoque adecuadamente. Ello trae como consecuencia que la persona vaya disminuyendo su capacidad de visión en forma paulatina.
"Para las cataratas la solución es quirúrgica, existen varias técnicas, pero lo indicado es la eliminación y el reemplazo del cristalino por un lente intraocular", asegura el experto.
De hecho, esta es una de las cirugías más comunes que se realizan en los centros oftalmológicos del país.
CAMBIOS ALIMENTICIOS
A pesar de que las enfermedades en el adulto mayor se van generando a lo largo de toda su vida, es fundamental estar conscientes de que, en la medida que se avanza hacia la adultez, factores como el sedentarismo o una alimentación inadecuada favorecen la descompensación del organismo.
Frente a ello, Estela Lamas, nutricionista del Instituto Profesional Enac afirma que "el cuerpo requiere una alimentación equilibrada durante toda la vida, en la que se privilegie la elección variada de los alimentos, la cual podrá prevenir, en parte, la presencia de afecciones que sufren algunos adultos mayores".
Desde este punto de vista, la nutricionista aconseja estar conscientes de algunos cambios que se producen en el cuerpo por la adultez, y con ello poder alimentarse de manera adecuada para que estas alteraciones no afecten la salud.
"Es preciso considerar algunos aspectos importantes en esta etapa, como cambios fisiológicos que generan una disminución en las necesidades de nutrientes y energía, o la disminución de jugos digestivos que provocan intolerancia a aquellas preparaciones excesivamente condimentadas", comenta la experta.
PERDIDA DE SABORES
Muchas veces, estos cambios provocan la reducción en el consumo de algunos alimentos, sobre todo de agua, frutas y verduras. Hecho que "está relacionado con la disminución de la percepción de los sabores, porque se produce menor cantidad de saliva, que hace que prefieran los sabores más dulces y salados", cuenta la nutricionista.
Asimismo, "producto de la baja percepción gustativa y de una menor sensación de sed, el consumo de líquidos es menor, pudiendo sufrir algún grado de deshidratación o presentar estitiquez, que se acentúa con el rechazo al consumo de verduras y frutas" agrega.
Por eso, "el consumo de frutas, verduras y líquidos debe seguir siendo parte importante en la dieta de los adultos mayores”, afirma la especialista de Enac.
MASTICACION INSUFICIENTE
Otro cambio fisiológico que destaca la nutricionista es que "algunas personas pierden piezas dentarias, o el uso de prótesis inadecuadas, que origina que haya una masticación insuficiente y, consecuentemente, una alteración en la digestión".
Esta variación puede provocar el atragantamiento con los alimentos. En el caso que se presente esta alteración, se recomienda evitar las comidas en las que se incluyan juntas diferentes consistencias, por ejemplo, alimentos trozados y líquidos en una misma preparación.
Sería necesario entonces, "preferir comidas en la que los alimentos se presenten picados o molidos, e indicar que se mastiquen suficientemente, antes de ser deglutidos", finaliza la especialista.
La Tercera
Los nuevos recursos y tecnologías hacen que la población sea más longeva, y que la esperanza de vida de las personas aumente progresivamente.
Sólo en Chile se estima que el 11,5% de la población es mayor de 60 años, cifra que va aumentando. Es por eso que tomar las medidas necesarias para llegar a la vejez de la mejor manera posible se torna imperante.
Dos variables estarían directamente relacionadas con una calidad de vida grata y sana para quienes llegan a la tercera edad, la visión y alimentación.
CIUDADO OFTALMOLOGICO
Según José Luis Rodríguez, oftalmólogo de Instituto de Prevención y Rehabilitación de la Ceguera David Bitrán, lo más importante desde el punto de vista oftalmológico es la prevención.
El especialista recalca que los exámenes oftalmológicos serían muy importantes, sobre todo en la tercera edad, cuando las personas son más propensas a desarrollar enfermedades relacionadas con la visión. "Es indudable que con el paso de los años aparecen patologías relacionadas con la edad. Prevenir y tratar los daños que sabemos que se pueden presentar es fundamental", señala el experto.
En este sentido, cuenta que es recomendable visitar al oftalmólogo por lo menos una vez cada dos años, o incluso cada seis meses, si se tienen antecedentes de glaucoma, una enfermedad genética que se caracteriza por el aumento de la presión ocular y que afecta al 4% de la población mayor de 40 años.
GLAUCOMA
"La detección precoz de esta patología conlleva un tratamiento oportuno, con lo que se atrasa el daño al nervio óptico y así se posterga o evita la ceguera", sostiene el oftalmólogo del Instituto.
Este tratamiento consiste, entre otros procedimientos, en la aplicación de colirios y, en algunos casos en cirugías, ya sea con láser o quirúrgicas.
Si no existen antecedentes de esta enfermedad en la familia, el experto aconseja que los adultos mayores estén atentos a ciertos síntomas que requieren una visita al especialista para evitar problemas mayores.
Según Rodríguez, síntomas como el dolor ocular, ojo rojo (sobre todo unilateral), pérdida de la agudeza visual, visión borrosa, dolor de cabeza y alejamiento del plano de enfoque, son motivos de consulta .
Otras enfermedades típicas de los adultos mayores y de las que habría que poner atención son, por ejemplo, la presbicia o la pérdida de la capacidad acomodativa del cristalino por la disminución de su elasticidad, degeneración macular (una enfermedad degenerativa que afecta a la retina) y retinopatías, especialmente diabéticas.
RETINOPATIAS Y CATARATAS
"Las retinopatías pueden tener distinto origen, pero son comunes las que se presentan por diabetes. Por eso, los adultos que la padecen deben estar atentos, y los médicos generales deben hacerle notar al paciente esta posibilidad para que el oftalmólogo pueda ir a buscar con un adecuado examen posibles daños antes de que se produzcan", cuenta Rodríguez.
Pero sin duda, una de las enfermedades más comunes que se presenta en adultos mayores son las cataratas, una de las principales causas de ceguera en nuestro país.
Según explica el especialista, las cataratas se producen por una pérdida de transparencia del cristalino, lo que impide que se enfoque adecuadamente. Ello trae como consecuencia que la persona vaya disminuyendo su capacidad de visión en forma paulatina.
"Para las cataratas la solución es quirúrgica, existen varias técnicas, pero lo indicado es la eliminación y el reemplazo del cristalino por un lente intraocular", asegura el experto.
De hecho, esta es una de las cirugías más comunes que se realizan en los centros oftalmológicos del país.
CAMBIOS ALIMENTICIOS
A pesar de que las enfermedades en el adulto mayor se van generando a lo largo de toda su vida, es fundamental estar conscientes de que, en la medida que se avanza hacia la adultez, factores como el sedentarismo o una alimentación inadecuada favorecen la descompensación del organismo.
Frente a ello, Estela Lamas, nutricionista del Instituto Profesional Enac afirma que "el cuerpo requiere una alimentación equilibrada durante toda la vida, en la que se privilegie la elección variada de los alimentos, la cual podrá prevenir, en parte, la presencia de afecciones que sufren algunos adultos mayores".
Desde este punto de vista, la nutricionista aconseja estar conscientes de algunos cambios que se producen en el cuerpo por la adultez, y con ello poder alimentarse de manera adecuada para que estas alteraciones no afecten la salud.
"Es preciso considerar algunos aspectos importantes en esta etapa, como cambios fisiológicos que generan una disminución en las necesidades de nutrientes y energía, o la disminución de jugos digestivos que provocan intolerancia a aquellas preparaciones excesivamente condimentadas", comenta la experta.
PERDIDA DE SABORES
Muchas veces, estos cambios provocan la reducción en el consumo de algunos alimentos, sobre todo de agua, frutas y verduras. Hecho que "está relacionado con la disminución de la percepción de los sabores, porque se produce menor cantidad de saliva, que hace que prefieran los sabores más dulces y salados", cuenta la nutricionista.
Asimismo, "producto de la baja percepción gustativa y de una menor sensación de sed, el consumo de líquidos es menor, pudiendo sufrir algún grado de deshidratación o presentar estitiquez, que se acentúa con el rechazo al consumo de verduras y frutas" agrega.
Por eso, "el consumo de frutas, verduras y líquidos debe seguir siendo parte importante en la dieta de los adultos mayores”, afirma la especialista de Enac.
MASTICACION INSUFICIENTE
Otro cambio fisiológico que destaca la nutricionista es que "algunas personas pierden piezas dentarias, o el uso de prótesis inadecuadas, que origina que haya una masticación insuficiente y, consecuentemente, una alteración en la digestión".
Esta variación puede provocar el atragantamiento con los alimentos. En el caso que se presente esta alteración, se recomienda evitar las comidas en las que se incluyan juntas diferentes consistencias, por ejemplo, alimentos trozados y líquidos en una misma preparación.
Sería necesario entonces, "preferir comidas en la que los alimentos se presenten picados o molidos, e indicar que se mastiquen suficientemente, antes de ser deglutidos", finaliza la especialista.
La Tercera
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