La Campaña de Igualdad Género de la OIT resalta la necesidad de derechos, empleos y seguridad social para las mujeres y hombres de edad
1/10/2008.
GINEBRA (Noticias de la OIT) – A pesar de la creciente atención internacional por el envejecimiento de las sociedades y por los ancianos, en muchos países, las personas – en particular mujeres – continúan enfrentando discriminación por motivos de edad en el lugar de trabajo y carecen de acceso a derechos, empleos y seguridad social, dijo hoy la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en ocasión del Día Internacional de las Personas de Edad.
“Necesitamos nuevas soluciones para los problemas de las personas de edad, en especial para las mujeres”, dijo Jane Hodges, Directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la OIT. “Las mujeres mayores son más vulnerables, con frecuencia están atrapadas en trabajos no remunerados, con salarios bajos, o trabajos a tiempo parcial o precario. Por este motivo, a menudo carecen de cualquier forma de pensión, derechos u otro beneficio social que los hombres tienen. Además, sus bajos ingresos generan un ciclo infinito de pobreza basada en el género”, agregó.
Los derechos de los trabajadores de edad están presentes en la agenda de la OIT desde hace mucho tiempo. La Recomendación sobre los trabajadores de edad, 1980, núm. 162, se refiere específicamente a los trabajadores, mujeres y hombres, con mayores probabilidades de enfrentar dificultades en el empleo y ocupación a causa de su envejecimiento.
El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (2002) expuso con claridad que para construir una sociedad a medida de las personas de todas las edades, es necesario que la comunidad internacional reconsidere el curso convencional de la vida laboral.
Las personas de edad deberían tener la posibilidad de trabajar o dejar de hacerlo, a tiempo completo o parcial, y recibir los beneficios de seguridad social, ancianidad, jubilación y tiempo de servicio. Sin embargo, en muchos países, la escasa o inexistente cobertura de los sistemas de protección social, obliga a las mujeres y hombres de edad a seguir trabajando, con frecuencia en la economía informal y en condiciones precarias, para tener acceso a una vida decente.
El acceso a la jubilación a través de pensiones apropiadas y cuidado médico es parte central del mandato de la OIT y parte integral de su Programa de Trabajo Decente. El Convenio sobre la Seguridad Social (norma mínima), 1952, núm. 102, establece las bases minímas para un sistema integral de seguridad social. El Departamento de Seguridad Social de la OIT promueve éste y otros convenios importantes a través de su Campaña Global para extender la seguridad social a todas las mujeres y hombres.
En junio 2009, durante la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT que se llevará a cabo en Ginebra, se discutirá sobre cambios demográficos e igualdad de género.
RLG
GINEBRA (Noticias de la OIT) – A pesar de la creciente atención internacional por el envejecimiento de las sociedades y por los ancianos, en muchos países, las personas – en particular mujeres – continúan enfrentando discriminación por motivos de edad en el lugar de trabajo y carecen de acceso a derechos, empleos y seguridad social, dijo hoy la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), en ocasión del Día Internacional de las Personas de Edad.
“Necesitamos nuevas soluciones para los problemas de las personas de edad, en especial para las mujeres”, dijo Jane Hodges, Directora de la Oficina para la Igualdad de Género de la OIT. “Las mujeres mayores son más vulnerables, con frecuencia están atrapadas en trabajos no remunerados, con salarios bajos, o trabajos a tiempo parcial o precario. Por este motivo, a menudo carecen de cualquier forma de pensión, derechos u otro beneficio social que los hombres tienen. Además, sus bajos ingresos generan un ciclo infinito de pobreza basada en el género”, agregó.
Los derechos de los trabajadores de edad están presentes en la agenda de la OIT desde hace mucho tiempo. La Recomendación sobre los trabajadores de edad, 1980, núm. 162, se refiere específicamente a los trabajadores, mujeres y hombres, con mayores probabilidades de enfrentar dificultades en el empleo y ocupación a causa de su envejecimiento.
El Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento (2002) expuso con claridad que para construir una sociedad a medida de las personas de todas las edades, es necesario que la comunidad internacional reconsidere el curso convencional de la vida laboral.
Las personas de edad deberían tener la posibilidad de trabajar o dejar de hacerlo, a tiempo completo o parcial, y recibir los beneficios de seguridad social, ancianidad, jubilación y tiempo de servicio. Sin embargo, en muchos países, la escasa o inexistente cobertura de los sistemas de protección social, obliga a las mujeres y hombres de edad a seguir trabajando, con frecuencia en la economía informal y en condiciones precarias, para tener acceso a una vida decente.
El acceso a la jubilación a través de pensiones apropiadas y cuidado médico es parte central del mandato de la OIT y parte integral de su Programa de Trabajo Decente. El Convenio sobre la Seguridad Social (norma mínima), 1952, núm. 102, establece las bases minímas para un sistema integral de seguridad social. El Departamento de Seguridad Social de la OIT promueve éste y otros convenios importantes a través de su Campaña Global para extender la seguridad social a todas las mujeres y hombres.
En junio 2009, durante la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT que se llevará a cabo en Ginebra, se discutirá sobre cambios demográficos e igualdad de género.
RLG
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