CARACAS/ESPECIAL - La vejez trae consigo cierto nivel de degeneración en los órganos y una disminución en nuestra capacidad de respuesta, situación que se hace crítica cuando los problemas y complicaciones afectan un sentido tan importante como la vista. Es por esta razón que los científicos no han escatimado esfuerzos para vencer enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad –DMAE-, la principal causa de pérdida de la visión entre adultos mayores de 60 años. En este sentido, el desarrollo de la molécula ranibizumab aporta una esperanza para quienes presentan esta patología.
La DMAE es una patología caracterizada por la formación de pequeños vasos sanguíneos dentro del globo ocular, que producen cambios en la estructura de la mácula –parte central de la retina- y causan una pérdida progresiva de la visión central, lo que le dificulta a las personas leer y observar detalles.
La degeneración macular asociada a la edad puede presentarse de dos formas: seca o húmeda. El doctor Fernando Arévalo, retinólogo, explicó que cada forma de la patología cursa con diferente pronóstico visual, cuando es húmeda la pérdida de visión es mucho más acelerada y severa. Se calcula que entre 15% y 20% de los pacientes con DMAE tienen el tipo húmedo.
Desde la década de 1980 los avances tecnológicos en terapias para la DMAE se han enfocado en tratar la forma húmeda. Los tratamientos desarrollados por especialistas, a escala mundial, abarcan desde operaciones con láser de onda específica, hasta terapia fotodinámica, con lo que lograban desacelerar el progreso de la enfermedad, pero no erradicarla o mejorar la vista de los pacientes.
A finales del año 2007 Novartis Venezuela trajo al mercado nacional un fármaco para el tratamiento de la DMAE húmeda, cuyo principio activo es ranibizumab. Arévalo destacó que ésta es la única molécula aprobada para el tratamiento de la patología. Se administra en inyecciones intravítreas mensuales y actúa como un inhibidor del factor de crecimiento endotelial, que impide la formación de vasos sanguíneos patológicos y reduce el tamaño de los ya existentes.
“La experiencia con la aplicación de ranibizumab ha sido muy positiva –acotó el especialista-, los estudios que avalan su efectividad tienen alrededor de dos años. Aproximadamente 35% de los pacientes presenta recuperación visual de tres líneas y otro 50% recupera dos líneas de visión, en un par de semanas la mejoría es notoria y en la tercera semana el fármaco alcanza su pico de efectividad”.
El Dr. Arévalo enfatizó la necesidad mantener una dieta rica en vitaminas antioxidantes, para prevenir la aparición de la enfermedad. Además de practicarse chequeos oftalmológicos anuales, especialmente las personas que usan lentes, tienen antecedentes familiares de enfermedades oculares o son mayores de 60 años, esto para verificar la buena salud visual del paciente y tratar oportunamente cualquier anomalía.
“Quienes noten distorsiones en las imágenes, dificultades para ver detalles o molestias en la vista, deben acudir con un especialista –concluyó el especialista en retina- es la única manera de obtener diagnósticos tempranos y esto aporta resultados favorables”.
El Tiempo
La DMAE es una patología caracterizada por la formación de pequeños vasos sanguíneos dentro del globo ocular, que producen cambios en la estructura de la mácula –parte central de la retina- y causan una pérdida progresiva de la visión central, lo que le dificulta a las personas leer y observar detalles.
La degeneración macular asociada a la edad puede presentarse de dos formas: seca o húmeda. El doctor Fernando Arévalo, retinólogo, explicó que cada forma de la patología cursa con diferente pronóstico visual, cuando es húmeda la pérdida de visión es mucho más acelerada y severa. Se calcula que entre 15% y 20% de los pacientes con DMAE tienen el tipo húmedo.
Desde la década de 1980 los avances tecnológicos en terapias para la DMAE se han enfocado en tratar la forma húmeda. Los tratamientos desarrollados por especialistas, a escala mundial, abarcan desde operaciones con láser de onda específica, hasta terapia fotodinámica, con lo que lograban desacelerar el progreso de la enfermedad, pero no erradicarla o mejorar la vista de los pacientes.
A finales del año 2007 Novartis Venezuela trajo al mercado nacional un fármaco para el tratamiento de la DMAE húmeda, cuyo principio activo es ranibizumab. Arévalo destacó que ésta es la única molécula aprobada para el tratamiento de la patología. Se administra en inyecciones intravítreas mensuales y actúa como un inhibidor del factor de crecimiento endotelial, que impide la formación de vasos sanguíneos patológicos y reduce el tamaño de los ya existentes.
“La experiencia con la aplicación de ranibizumab ha sido muy positiva –acotó el especialista-, los estudios que avalan su efectividad tienen alrededor de dos años. Aproximadamente 35% de los pacientes presenta recuperación visual de tres líneas y otro 50% recupera dos líneas de visión, en un par de semanas la mejoría es notoria y en la tercera semana el fármaco alcanza su pico de efectividad”.
El Dr. Arévalo enfatizó la necesidad mantener una dieta rica en vitaminas antioxidantes, para prevenir la aparición de la enfermedad. Además de practicarse chequeos oftalmológicos anuales, especialmente las personas que usan lentes, tienen antecedentes familiares de enfermedades oculares o son mayores de 60 años, esto para verificar la buena salud visual del paciente y tratar oportunamente cualquier anomalía.
“Quienes noten distorsiones en las imágenes, dificultades para ver detalles o molestias en la vista, deben acudir con un especialista –concluyó el especialista en retina- es la única manera de obtener diagnósticos tempranos y esto aporta resultados favorables”.
El Tiempo
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