Estudios en la universidad de Yale, EE.UU., nos muestran una forma de desvalorización de la vejez hasta ahora poco difundida. La llaman "viejismo" y consiste en referirse a los "viejos" con aire paternalista (Alertan sobre los efectos en la salud del "lenguaje para viejos" ). Siempre se creyó que había cierta ternura al decirle a alguien "abuelo" sin que haya vínculo sanguíneo con la persona. Para esta investigación, no es así. Ese trato encubriría una desconsideración del adulto mayor tanto en su experiencia como en su sabiduría.
Un confinamiento en el lugar del pasado y/o de la enfermedad, que despoja de toda riqueza creativa esa etapa de la vida. No es un tema menor en un mundo cuya población envejece en modo creciente. Y tampoco lo es en una Argentina donde los mayores de 80 años se acercan al millón de personas.
"La vejez no está escindida del resto de la vida anterior: es la continuación de tu adolescencia, tu juventud, tu madurez", escribió Norberto Bobbio, filósofo y senador italiano fallecido en 2004, en "De senectute", una reflexión autobiográfica sobre el sentido de la vida y de la muerte. Los profesionales argentinos consultados en esta producción de Clarín observan que hay que educar no sólo a los propios especialistas en la cuestión sino también a los mismos ancianos.
El PAMI impulsa interesantes programas que promueven la interacción de los jóvenes con los "viejos", en busca de una mayor integración generacional: no desechar, sino sumar en la cadena de la vida. Una vez que ceda la conducta espasmódica de los mercados y el cataclismo financiero se disipe, acaso se podrán retomar los temas postergados de la humanidad, como el lugar de la llamada "cuarta edad". Sería atinado: se sabe que, como canta Serrat, "todos llevamos un viejo encima".
Clarin.com
Un confinamiento en el lugar del pasado y/o de la enfermedad, que despoja de toda riqueza creativa esa etapa de la vida. No es un tema menor en un mundo cuya población envejece en modo creciente. Y tampoco lo es en una Argentina donde los mayores de 80 años se acercan al millón de personas.
"La vejez no está escindida del resto de la vida anterior: es la continuación de tu adolescencia, tu juventud, tu madurez", escribió Norberto Bobbio, filósofo y senador italiano fallecido en 2004, en "De senectute", una reflexión autobiográfica sobre el sentido de la vida y de la muerte. Los profesionales argentinos consultados en esta producción de Clarín observan que hay que educar no sólo a los propios especialistas en la cuestión sino también a los mismos ancianos.
El PAMI impulsa interesantes programas que promueven la interacción de los jóvenes con los "viejos", en busca de una mayor integración generacional: no desechar, sino sumar en la cadena de la vida. Una vez que ceda la conducta espasmódica de los mercados y el cataclismo financiero se disipe, acaso se podrán retomar los temas postergados de la humanidad, como el lugar de la llamada "cuarta edad". Sería atinado: se sabe que, como canta Serrat, "todos llevamos un viejo encima".
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