El catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, Francisco Pina Polo, analiza la trayectoria política y pública de Marco Tulio Cicerón (Arpino, 106 a. C-Formia, 43 a. C.) a partir de la correspondencia y los discursos del gran orador romano, prestando especial atención a su lado humano –con sus grandezas y sus debilidades–. Cicerón, que era un homo novus, comenzó su carrera como cuestor en Sicilia, y a su llegada a Roma fue edil y luego ascendió a pretor y cónsul. Tras alcanzar la gloria con la obtención del consulado, fue acusado de ser un tirano y tuvo que exiliarse en Grecia durante un año y medio. Los últimos intentos de Cicerón de defender la República romana –en sus discursos de las Filípicas– finalizaron con su condena a muerte y posterior asesinato, como resultado de la instauración del gobierno del triunvirato de Lépido, Marco Antonio y el joven César.
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