Concentración récord de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Pese al confinamiento decretado en buena parte del mundo, debido al coronavirus, los niveles de CO2 no han descendido como se esperaba. Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó bruscamente en 2019, con un promedio de 410 partes por millón al año, y el aumento continuó en 2020, a pesar del impacto del virus en el sector industrial.
"El impacto de la COVID-19 en las emisiones es de entre el 4 % y el 7 %. Por ello, a pesar de que parecía que el mundo estaba parado, sólo obtenemos una disminución del 4 % al 7 % de las emisiones que se produjeron. Así que, toda nuestra economía y nuestros patrones de consumo nos conducen a emisiones extremadamente altas, incluso si todos nos quedamos encerrados y limitamos nuestra movilidad. Porque el confinamiento supone, solamente, un límite a nuestra movilidad y no a nuestros patrones de consumo", declara Oksana Tarasova, doctora de la Organización Meteorológica Mundial.
El dióxido de carbono es el principal gas causante del cambio climático. Su nivel en la atmósfera ha aumentado en los últimos cuatro años tanto como cuando la Tierra pasó del periodo glaciar al actual interglaciar. Una transición que necesitó un período de tiempo de entre 100 y 200 años para completarse.
Euronews
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