El empate de Chile ante Uruguay y la destacada participación del “veterano” Marcelo Salas, me ha motivado a escribir estas líneas.
Para algunos, Marcelo Salas, ya había cumplido su ciclo en la selección chilena y debía dejar paso a los jugadores más jóvenes.
El tema de fondo no es nuevo. En muchas empresas y, en otros sectores de nuestra sociedad, hay personas que han cumplido su ciclo laboral y es justo que se retiren a descansar “dignamente” sus últimos años (lo que no siempre ocurre). También, hay otros que son obligados a retirarse a sus “cuarteles de invierno”, aunque aún puedan y quieran seguir haciendo su aporte, pero el hecho de haber cumplido cierta edad (¿obsoletos?) y la necesidad de “dar tiraje a la chimenea”, son marginados.
La selección de fútbol es un buen ejemplo de trabajo en equipo, en que la unión de jóvenes y algunos veteranos, con objetivos claros y una buena dirección, tienen muchas posibilidades de lograr buenos resultados.
En nuestra sociedad chilena, jóvenes y viejos, podemos y debemos hacer nuestro aporte para mejorarla. Lo importante es que en el proyecto país estemos todos incluidos, realmente, y se pueda construir una sociedad para todas las edades, basada en el respeto de los derechos humanos, la protección contra la discriminación por motivos de edad, la cohesión social y la igualdad de oportunidades para los hombres y las mujeres de todas las edades.
Pareciera que las necesidades de los más viejos no están lo suficientemente cubiertas; que sus preocupaciones son poco escuchadas y las esperanzas de una vejez digna se diluyen. Y, entonces, ¿qué hacer?
Quizás empezar preguntándonos, ¿cuáles son los principales problemas que nos aquejan? ¿Qué haríamos para solucionarlos?
¿Existen los canales adecuados para la participación?
¿De qué manera los que pasamos los 60 nos organizamos, creamos espacios y/o aprovechamos los que ya existen?
Creo que podemos construir una sociedad para todas las edades, pero para ello es necesario, entre otras cosas un civismo activo y en el caso de los mayores hay varios desafíos a considerar para lograr un "envejecimiento activo".
El llamado es a no quedarse esperando pasivamente que alguien nos solucione los problemas. Aportemos y tengamos una posición más activa e innovadora.
En una sociedad para todas las edades, nadie sobra.
Que tengan un buen fin de semana
Roberto
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