Los vínculos y las relaciones sociales son muy significativos en los adultos mayores para su bienestar psíquico, físico y espiritual.
El trabajo y la familia son las dos grandes ocupaciones y preocupaciones de la mayoría de los adultos. Amigos y pasatiempos, que antes tuvieron un rol más preponderante, poco a poco van quedando en segundo plano, por falta de tiempo.
El aumento de las tasas de separaciones matrimoniales y de familias con un padre, sumado a los casos de viudez, influyen en que -cuando el trabajo pasa a la historia y los hijos ya se han ido– muchos adultos mayores se quedan solos, y lo que es peor, se sienten solos.
Soledad y enfermedad
La soledad es una de las formas de estrés más común, y se relaciona con una peor salud y una baja de la inmunidad. En ocasiones, la sensación de soledad, sumada a las de desamparo e inseguridad, produce cuadros angustiosos y, eventualmente, puede dejar al adulto mayor sumido en una depresión grave.Aunque no se conocen bien las razones, es un hecho que el incremento de las relaciones sociales disminuye la mortalidad. "La existencia de estos vínculos y la sensación de tener a alguien a quien llamar en caso de necesidad, puede alargar la vida de una persona, al darle seguridad sobre el futuro, reforzando hábitos saludables", señala la doctora Adela Herrera.
¿Cómo ayudar?
La familia está llamada a jugar un rol importante en la vida del adulto mayor. Sin embargo, no lo es todo. Estudios demuestran que el rol de la amistad como parte de la identidad personal, contribuye mucho al nivel de satisfacción de los adultos, y es el factor predictivo más fuerte de bienestar.
Para el adulto mayor:
- Manténgase activo. Es saludable y entretenido.
- Retome alguna actividad para la que antes no tuvo tiempo.
- Invierta tiempo en las amistades. Nutrir los vínculos sociales y procurar el máximo posible de oportunidades de interacciones valiosas es invertir en su salud y bienestar.
- Proyecte una imagen positiva de la vejez. Así, los jóvenes enfrentarán y valorarán su propia vejez como un proceso normal y gratificante.
Para su familia:- Aprenda a escuchar. Algo tan sencillo como esto, contribuye mucho a la autoestima de su padre o madre.
- Enseñe a sus hijos a respetar a los adultos mayores y a valorar su experiencia. Hágales ver que son depositarios de la memoria y recuerdos de la familia. No olvide que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo.
- Establezca límites claros, a fin de evitar que la sobrecarga (que en general afecta a las hijas mujeres) dañe los vínculos al interior de la familia.
- Recuerde que la comprensión y apoyo que la familia proporciona al adulto mayor son indispensables para validar su identidad, autoestima y sentido de pertenencia.
Preparar nuestra propia vejez
La gran disponibilidad de tiempo de nuestros adultos mayores debe ser una instancia de trascendencia y vinculación social, y no un peligroso espacio de vacío. Preparar nuestra propia vejez en el campo de las relaciones personales, anticipándonos a la posible pérdida de rol y contactos, es algo a lo que todos deberíamos dar más tiempo y reflexión.
Artículo publicado en la revista Vivir Más en diciembre de 2005
Con la colaboración de la Dra. Adela Herrera P.Departamento de Medicina Interna de la Clínica Las Condes
Fuente: Sur de España
El trabajo y la familia son las dos grandes ocupaciones y preocupaciones de la mayoría de los adultos. Amigos y pasatiempos, que antes tuvieron un rol más preponderante, poco a poco van quedando en segundo plano, por falta de tiempo.
El aumento de las tasas de separaciones matrimoniales y de familias con un padre, sumado a los casos de viudez, influyen en que -cuando el trabajo pasa a la historia y los hijos ya se han ido– muchos adultos mayores se quedan solos, y lo que es peor, se sienten solos.
Soledad y enfermedad
La soledad es una de las formas de estrés más común, y se relaciona con una peor salud y una baja de la inmunidad. En ocasiones, la sensación de soledad, sumada a las de desamparo e inseguridad, produce cuadros angustiosos y, eventualmente, puede dejar al adulto mayor sumido en una depresión grave.Aunque no se conocen bien las razones, es un hecho que el incremento de las relaciones sociales disminuye la mortalidad. "La existencia de estos vínculos y la sensación de tener a alguien a quien llamar en caso de necesidad, puede alargar la vida de una persona, al darle seguridad sobre el futuro, reforzando hábitos saludables", señala la doctora Adela Herrera.
¿Cómo ayudar?
La familia está llamada a jugar un rol importante en la vida del adulto mayor. Sin embargo, no lo es todo. Estudios demuestran que el rol de la amistad como parte de la identidad personal, contribuye mucho al nivel de satisfacción de los adultos, y es el factor predictivo más fuerte de bienestar.
Para el adulto mayor:
- Manténgase activo. Es saludable y entretenido.
- Retome alguna actividad para la que antes no tuvo tiempo.
- Invierta tiempo en las amistades. Nutrir los vínculos sociales y procurar el máximo posible de oportunidades de interacciones valiosas es invertir en su salud y bienestar.
- Proyecte una imagen positiva de la vejez. Así, los jóvenes enfrentarán y valorarán su propia vejez como un proceso normal y gratificante.
Para su familia:- Aprenda a escuchar. Algo tan sencillo como esto, contribuye mucho a la autoestima de su padre o madre.
- Enseñe a sus hijos a respetar a los adultos mayores y a valorar su experiencia. Hágales ver que son depositarios de la memoria y recuerdos de la familia. No olvide que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo.
- Establezca límites claros, a fin de evitar que la sobrecarga (que en general afecta a las hijas mujeres) dañe los vínculos al interior de la familia.
- Recuerde que la comprensión y apoyo que la familia proporciona al adulto mayor son indispensables para validar su identidad, autoestima y sentido de pertenencia.
Preparar nuestra propia vejez
La gran disponibilidad de tiempo de nuestros adultos mayores debe ser una instancia de trascendencia y vinculación social, y no un peligroso espacio de vacío. Preparar nuestra propia vejez en el campo de las relaciones personales, anticipándonos a la posible pérdida de rol y contactos, es algo a lo que todos deberíamos dar más tiempo y reflexión.
Artículo publicado en la revista Vivir Más en diciembre de 2005
Con la colaboración de la Dra. Adela Herrera P.Departamento de Medicina Interna de la Clínica Las Condes
Fuente: Sur de España
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