Bardem, exultante, sube al escenario.En inglés, da las gracias en primer lugar a los Coen «por estar tan locos como para pensar que podía hacerlo y poner en mi cabeza un peinado tan horrible». Da las gracias también al resto del reparto, y, en español, le dedica el Oscar a su madre, Pilar Bardem, que, como sus abuelos, dice, han hecho grande la profesión de actor. Y por supuesto se lo dedica a España, donde estamos viviendo este premio casi con la misma intensidad que si alguna vez la selección española de fútbol ganara un mundial.
De macho ibérico o de asesino despiadado, Javier Bardem se come la cámara se ponga en al piel de quien se ponga. Y a este paso engulle Hollywood. Inició de manera tímida su conquista americana, pero ya ha demostrado que está sobradamente preparado para la carrera.
Con la experiencia de quien ha empezado desde abajo, el aplomo de quien llega a un lugar en el momento adecuado y con un acento inglés mucho más que digno, no hay quien le borre estos días la sonrisa de la boca. Sólo las cámaras que le persiguen por medio mundo para retransmitir su amor con 'Pe' le hacen cambiar el gesto.
Pero este hijo y nieto de actores, comprometido siempre con los valores de la izquierda —alguna crítica le ha lanzado ya a Bush en su aventura al otro lado del charco—, se merece como pocos esas palmadas en la espalda que le pueden llevar a recoger en la próxima gala de los Oscar el premio como mejor actor de reparto por su papel en 'No es un país para viejos'. Paso a paso, creciendo como actor en cada proyecto cinematográfico que aceptaba y sin darse aires de estrella ha logrado meterse en el bolsillo a público y crítica. Nos ha hecho reír, emocionarnos, estremecernos...
En 'No es país para viejos', se mete en una persecución a tres bandas de la mano de los hermanos Coen en la que interpreta a un tipo raro, violento y sin ningún tipo de escrúpulos que mata a sangre fría a todo mortal que intenta hacerle frente. Ya hablan de él como uno de los grandes del Séptimo Arte y esto, para Bardem, no ha hecho más que empezar.
el mundo.es
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