Boletin del Envejecimiento Positivo
http://www.healthandage.com
noviembre - diciembre 2007
Por Kenneth y Mary Gergen
Durante años ha sido un lugar común que, a medida que envejecemos, nuestra capacidad de dormir va deteriorándose. Hoy en día, esta idea está siendo discutida.
De acuerdo con investigaciones recientes, el sueño no varía mucho a partir de los 60 años. El sueño débil no parece ser causado por el envejecimiento en sí mismo, sino que puede ser facilitado por otros factores, como el dolor por problemas físicos o por la medicación usada para su tratamiento.
Según lo informa Sonia Ancoli - Israel, una investigadora del sueño en la UCSD (Universidad de San Diego), "Si observamos a los ancianos que se encuentran muy saludables, estos rara vez tienen problemas para dormir".
Alrededor del 50% de las personas de más de 65 años dicen no tener inconvenientes para dormir. En forma interesante, un análisis de 65 estudios del sueño, que incluían a 3577 sujetos sanos, de edades entre los 5 y los 102 años, indica que la mayoría de los cambios en los patrones del sueño se producen no en la vejez, sino en la edad madura.
Después de los 65 años, hay pocos cambios. De manera sorprendente, la investigación indica que existe un aumento de la somnolencia diurna entre los ancianos sanos a medida que envejecen.
De: The mysteries and benefits of sleep: Aging has little effect on a good night´s rest (Los misterios y los beneficios de dormir: el envejecimiento tiene poco efecto sobre un buena noche de descanso), por Gina Kolata. International Herald Tribune, 25 de octubre de 2007, 23.
http://www.healthandage.com
noviembre - diciembre 2007
Por Kenneth y Mary Gergen
Durante años ha sido un lugar común que, a medida que envejecemos, nuestra capacidad de dormir va deteriorándose. Hoy en día, esta idea está siendo discutida.
De acuerdo con investigaciones recientes, el sueño no varía mucho a partir de los 60 años. El sueño débil no parece ser causado por el envejecimiento en sí mismo, sino que puede ser facilitado por otros factores, como el dolor por problemas físicos o por la medicación usada para su tratamiento.
Según lo informa Sonia Ancoli - Israel, una investigadora del sueño en la UCSD (Universidad de San Diego), "Si observamos a los ancianos que se encuentran muy saludables, estos rara vez tienen problemas para dormir".
Alrededor del 50% de las personas de más de 65 años dicen no tener inconvenientes para dormir. En forma interesante, un análisis de 65 estudios del sueño, que incluían a 3577 sujetos sanos, de edades entre los 5 y los 102 años, indica que la mayoría de los cambios en los patrones del sueño se producen no en la vejez, sino en la edad madura.
Después de los 65 años, hay pocos cambios. De manera sorprendente, la investigación indica que existe un aumento de la somnolencia diurna entre los ancianos sanos a medida que envejecen.
De: The mysteries and benefits of sleep: Aging has little effect on a good night´s rest (Los misterios y los beneficios de dormir: el envejecimiento tiene poco efecto sobre un buena noche de descanso), por Gina Kolata. International Herald Tribune, 25 de octubre de 2007, 23.
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