DIONISIO CAÑAS HA SELECCIONADO LOS POEMAS DE ´TODOS LOS ROSTROS DEL PASADO´
Francisco Brines se define como "un poeta elegíaco", que escribe a la muerte y a lo perdido para celebrar la vida. Durante la presentación este jueves de la antología ´Todos los rostros del pasado´ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), seleccionada y prologada por Dionisio Cañas, el autor valenciano, nacido en Oliva en 1932, hizo un repaso de su obra poética, demostrando su afirmación de que "la poesía enseña a vivir con intensidad
"Mi poesía es triste y los poetas, en general, tímidos", afirmó el Premio Nacional de Poesía por ´El otoño de las rosas´, quien celebró que salga a la luz una nueva antología de su obra con la que Cañas, como dijo el propio prologuista, ha realizado una "lectura fresca, del siglo XXI", que no incluye los mejores poemas de Brines "porque si no tendrían que estar todos".
Dejando a un lado los poemas "más filosóficos" y seleccionando aquellos en los que está "la emoción y la intuición del ser humano", Cañas incluye en este tomo poemas como ´Tentación al acabarse la tarde´, ´Un olor de azahar´, ´Causa del amor´, ´El regreso del mundo´, ´El pacto que me queda´ o ´La rosa de las noches´, que el propio Brines recitó durante la presentación.
"Si hablo de la muerte es porque amo la vida", enfatizó Brines, quien considera que "la poesía enseña a vivir con intensidad". Porque, "el milagro" de la poesía reside, dijo, en que, por ejemplo, un niño se emocione leyendo un poema sobre la vejez. "La poesía nos enseña a vivir mejor, es mejor que el dinero", apuntó un poeta que prefiere la lírica con múltiples lecturas.
El autor señaló que el paso de los años le ha ocasionado "perder algunas cosas pero encontrar otras", proporcionándole una vida "más ligera". "Con los años, descubres que la maravilla de la vida es cualquier cosa que te pasa cualquier día", precisó un "poeta elegíaco, que celebra la vida".
Sobre la "obsesión" que siente de siempre por la muerte y la vejez en sus poemas, Brines precisó que "uno no dirige la poesía". De hecho, su primer libro "podría ser el último". "La poesía hace un círculo", prosiguió el también Premio Adonais en 1959 por ´Las brasas´.
Convencido de que el lector es el verdadero creador de sus poemas y de que al leerlos en público realiza "como un streptease ante el espejo de la alcoba", Brines reconoció que con los años le puede la "pereza". "Es un defecto personal que he aceptado con los años", dijo un autor que cada vez escribe menos para evitar repetirse.
No obstante, anunció que los poemas escritos en los últimos tiempos formarán parte de un volumen que saldrá a la venta. "Antes escribía y terminaba de golpe el poema. Ahora lo empiezo y lo dejo para volver a él pasado un tiempo y así percibir errores", concluyó.
Fuente: Panorma actual, España
Francisco Brines se define como "un poeta elegíaco", que escribe a la muerte y a lo perdido para celebrar la vida. Durante la presentación este jueves de la antología ´Todos los rostros del pasado´ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), seleccionada y prologada por Dionisio Cañas, el autor valenciano, nacido en Oliva en 1932, hizo un repaso de su obra poética, demostrando su afirmación de que "la poesía enseña a vivir con intensidad
"Mi poesía es triste y los poetas, en general, tímidos", afirmó el Premio Nacional de Poesía por ´El otoño de las rosas´, quien celebró que salga a la luz una nueva antología de su obra con la que Cañas, como dijo el propio prologuista, ha realizado una "lectura fresca, del siglo XXI", que no incluye los mejores poemas de Brines "porque si no tendrían que estar todos".
Dejando a un lado los poemas "más filosóficos" y seleccionando aquellos en los que está "la emoción y la intuición del ser humano", Cañas incluye en este tomo poemas como ´Tentación al acabarse la tarde´, ´Un olor de azahar´, ´Causa del amor´, ´El regreso del mundo´, ´El pacto que me queda´ o ´La rosa de las noches´, que el propio Brines recitó durante la presentación.
"Si hablo de la muerte es porque amo la vida", enfatizó Brines, quien considera que "la poesía enseña a vivir con intensidad". Porque, "el milagro" de la poesía reside, dijo, en que, por ejemplo, un niño se emocione leyendo un poema sobre la vejez. "La poesía nos enseña a vivir mejor, es mejor que el dinero", apuntó un poeta que prefiere la lírica con múltiples lecturas.
El autor señaló que el paso de los años le ha ocasionado "perder algunas cosas pero encontrar otras", proporcionándole una vida "más ligera". "Con los años, descubres que la maravilla de la vida es cualquier cosa que te pasa cualquier día", precisó un "poeta elegíaco, que celebra la vida".
Sobre la "obsesión" que siente de siempre por la muerte y la vejez en sus poemas, Brines precisó que "uno no dirige la poesía". De hecho, su primer libro "podría ser el último". "La poesía hace un círculo", prosiguió el también Premio Adonais en 1959 por ´Las brasas´.
Convencido de que el lector es el verdadero creador de sus poemas y de que al leerlos en público realiza "como un streptease ante el espejo de la alcoba", Brines reconoció que con los años le puede la "pereza". "Es un defecto personal que he aceptado con los años", dijo un autor que cada vez escribe menos para evitar repetirse.
No obstante, anunció que los poemas escritos en los últimos tiempos formarán parte de un volumen que saldrá a la venta. "Antes escribía y terminaba de golpe el poema. Ahora lo empiezo y lo dejo para volver a él pasado un tiempo y así percibir errores", concluyó.
Fuente: Panorma actual, España
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