Las razones por las que se deprime una persona mayor son biológicas, psicológicas y sociales.
Factores biológicos (neurotransmisores, enfermedades como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, consumo excesivo de medicamentos, etc.).
Factores psicológicos: formas ineficaces de enfrentarse a los problemas (estrategias de afrontamiento, estilos de control, estilos de pensamiento, etc.), baja autoestima, sentimiento de inseguridad, sensación de impotencia, ausencia o escasez de refuerzos positivos, sensación de declive y pérdida, sentimiento de inutilidad y de indefensión aprendida.
Factores sociales: recursos disponibles (apoyo social emocional e instrumental), pérdidas sufridas, pobreza, vivienda inadecuada.
También influyen de forma importante sobre la depresión:
Hábitos de salud que tenga la persona dado que, por ejemplo, hábitos alimenticios inadecuados, fumar, beber alcohol o una falta de ejercicio físico regular pueden causar depresión directamente (por sus efectos sobre el sistema nervioso central) o indirectamente (provocando discapacidad).
Mayor frecuencia de situaciones aversivas o factores sociales adversos. Sucesos vitales negativos (por ej., muerte o enfermedad de un familiar o ser querido).
Viudedad.
Problemas de sueño.
Discapacidad.
Dolor crónico.
Historia de otros problemas depresivos.
Ser mujer.
Baja autoestima.
Ser cuidador primario de un familiar enfermo.
Algunos factores que disminuyen la probabilidad de un problema depresivo son:
Buen apoyo social.
Mantener creencias religiosas.
Buena situación económica.
Afrontamiento activo.
Creencias de control interno.
Realización de actividades agradables.
Estilo de vida activo.
Ejercicio físico regular.
Fuente: Portal Mayores
Factores biológicos (neurotransmisores, enfermedades como el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, consumo excesivo de medicamentos, etc.).
Factores psicológicos: formas ineficaces de enfrentarse a los problemas (estrategias de afrontamiento, estilos de control, estilos de pensamiento, etc.), baja autoestima, sentimiento de inseguridad, sensación de impotencia, ausencia o escasez de refuerzos positivos, sensación de declive y pérdida, sentimiento de inutilidad y de indefensión aprendida.
Factores sociales: recursos disponibles (apoyo social emocional e instrumental), pérdidas sufridas, pobreza, vivienda inadecuada.
También influyen de forma importante sobre la depresión:
Hábitos de salud que tenga la persona dado que, por ejemplo, hábitos alimenticios inadecuados, fumar, beber alcohol o una falta de ejercicio físico regular pueden causar depresión directamente (por sus efectos sobre el sistema nervioso central) o indirectamente (provocando discapacidad).
Mayor frecuencia de situaciones aversivas o factores sociales adversos. Sucesos vitales negativos (por ej., muerte o enfermedad de un familiar o ser querido).
Viudedad.
Problemas de sueño.
Discapacidad.
Dolor crónico.
Historia de otros problemas depresivos.
Ser mujer.
Baja autoestima.
Ser cuidador primario de un familiar enfermo.
Algunos factores que disminuyen la probabilidad de un problema depresivo son:
Buen apoyo social.
Mantener creencias religiosas.
Buena situación económica.
Afrontamiento activo.
Creencias de control interno.
Realización de actividades agradables.
Estilo de vida activo.
Ejercicio físico regular.
Fuente: Portal Mayores
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