El proceso de individuación que vive la sociedad ha radicalizado temores dirigidos al propio yo y a la precariedad del cuerpo, como el miedo al envejecimiento, al dolor de la enfermedad y la muerte, alertaron especialistas.
En su artículo “Un marco de análisis sociológico de los miedos modernos: vejez, enfermedad y muerte”, las investigadoras Margarita Olvera Serrano y Olga Sabido Ramos, del Departamento de Sociología de la UAM, dijeron que una de las condiciones que identifica a gran número de personas es el temor.
Las transformaciones institucionales y culturales de las sociedades contemporáneas impactan en cómo puede vivirse el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, lo cual crea un gran temor entre sociedades que se encuentran frente a un envejecimiento masivo en el ámbito mundial, afirman las académicas.
Esto se hace patente, señalan, en el hecho de que la generación más vieja no se visualiza prolongándose en la que sigue y tampoco cede fácilmente el paso, quebrando la cadena de solidaridad intergeneracional que durante siglos fue la base de la sociedad.
La muerte, el envejecimiento y la enfermedad transcurren en la modernidad por la ruta en la que confluyen la contradicción entre sus instituciones: mercado, trabajo, familias y las exigencias del mundo de la vida, por ello el miedo despierta.
Respecto de la vejez, uno de los miedos modernos, afirman que independientemente del declive fisiológico, el temor es fundamentalmente de índole social, cultural y psíquica.
En las sociedades modernas, aseveran, el individuo que envejece pierde valor y reconocimiento social, a diferencia de las sociedades en los inicios de la modernidad europea, cuando el hombre perfecto ser era el anciano en posesión de sus facultades.
Diario de México
En su artículo “Un marco de análisis sociológico de los miedos modernos: vejez, enfermedad y muerte”, las investigadoras Margarita Olvera Serrano y Olga Sabido Ramos, del Departamento de Sociología de la UAM, dijeron que una de las condiciones que identifica a gran número de personas es el temor.
Las transformaciones institucionales y culturales de las sociedades contemporáneas impactan en cómo puede vivirse el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, lo cual crea un gran temor entre sociedades que se encuentran frente a un envejecimiento masivo en el ámbito mundial, afirman las académicas.
Esto se hace patente, señalan, en el hecho de que la generación más vieja no se visualiza prolongándose en la que sigue y tampoco cede fácilmente el paso, quebrando la cadena de solidaridad intergeneracional que durante siglos fue la base de la sociedad.
La muerte, el envejecimiento y la enfermedad transcurren en la modernidad por la ruta en la que confluyen la contradicción entre sus instituciones: mercado, trabajo, familias y las exigencias del mundo de la vida, por ello el miedo despierta.
Respecto de la vejez, uno de los miedos modernos, afirman que independientemente del declive fisiológico, el temor es fundamentalmente de índole social, cultural y psíquica.
En las sociedades modernas, aseveran, el individuo que envejece pierde valor y reconocimiento social, a diferencia de las sociedades en los inicios de la modernidad europea, cuando el hombre perfecto ser era el anciano en posesión de sus facultades.
Diario de México
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