DiceGabriel García Márquez , que escribió hace mucho sobre una soledad centenaria y que desde hace ya un tiempo se tutea con la vejez, que el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad .
Una vida larga está plagada de amargas despedidas, de momentos de soledad, y en muchas ocasiones la felicidad consiste en llenar convenientemente los agujeros que taladra la tristeza.
Lo importante, en definitiva, es lograr olvidar cuanto antes el dolor. A pesar de todo, a veces es imposible reponerse a los golpes.
¿Podrá volver a reír esa mujer de 71 años abandonada por su hija a las puertas de una residencia en Asturias?
Los inefables y generalistas libros de autoayuda para personas con depresión por su edad subrayan que el ser humano ha nacido para vivir todas las edades y que en todas es posible tener experiencias vitales.
En definitiva, disfruta en cada edad con lo que te permitan hacer los años. Conozco un matrimonio que sube poco a poco la frontera de la vejez. Cuando tenían 60 años lo situaron en los 70. Cuando se acercaban a ese límite lo llevaron a los 80 y ahora que rozan los 75 consideran que debe andar por los 85 o por ahí. Siempre lejos. Ella tiene mala memoria, el cuerpo de él no da más de sí tras casi medio siglo en el tajo. Ella carga los pesos y él recuerda todo lo que los dos necesitan. Viajan lo que la pequeña pensión que les ha quedado y los regalos de sus hijos les permite. Y el resto del tiempo disfrutan paseando a sus nietos.
Es cierto, la vejez no es una etapa de la vida, es un estado de ánimo.
El diario
Una vida larga está plagada de amargas despedidas, de momentos de soledad, y en muchas ocasiones la felicidad consiste en llenar convenientemente los agujeros que taladra la tristeza.
Lo importante, en definitiva, es lograr olvidar cuanto antes el dolor. A pesar de todo, a veces es imposible reponerse a los golpes.
¿Podrá volver a reír esa mujer de 71 años abandonada por su hija a las puertas de una residencia en Asturias?
Los inefables y generalistas libros de autoayuda para personas con depresión por su edad subrayan que el ser humano ha nacido para vivir todas las edades y que en todas es posible tener experiencias vitales.
En definitiva, disfruta en cada edad con lo que te permitan hacer los años. Conozco un matrimonio que sube poco a poco la frontera de la vejez. Cuando tenían 60 años lo situaron en los 70. Cuando se acercaban a ese límite lo llevaron a los 80 y ahora que rozan los 75 consideran que debe andar por los 85 o por ahí. Siempre lejos. Ella tiene mala memoria, el cuerpo de él no da más de sí tras casi medio siglo en el tajo. Ella carga los pesos y él recuerda todo lo que los dos necesitan. Viajan lo que la pequeña pensión que les ha quedado y los regalos de sus hijos les permite. Y el resto del tiempo disfrutan paseando a sus nietos.
Es cierto, la vejez no es una etapa de la vida, es un estado de ánimo.
El diario
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