Cuando Misha Gordin piensa en la “duda” proyecta en su mente a un hombre mutilado, encadenado, abandonado en la más absoluta soledad de un desierto. Eso es al menos, lo que se refleja en la serie “Doubts” (1994-1995), un fantástico conjunto de imágenes donde el artista de origen ruso luce una vez más, su gran capacidad para graficar un concepto con códigos de realidad. “El verdadero poder de la fotografía surge cuando una realidad intervenida es presentada como existente”, dice. Por lo mismo, estima que con la llegada de la tecnología digital la gran capacidad de la fotografía ha desaparecido para siempre: transmitir veracidad. Así de tajante es este artista. Su postura no acepta puntos intermedios y defiende con vehemencia lo que piensa. Por ejemplo, que él es un fotógrafo conceptual y no documental: “el mayor talento para hacer fotografía documental es estar en el lugar indicado a la hora indicada y no perder la oportunidad cuando algo ocurre”. Para él, la documentación es más deporte que arte. Por eso se decidió por lo que llama “fotografía conceptual”, donde la única limitación a la hora de crear es la propia imaginación y lo que se documenta finalmente es el mundo interno. “Crear una idea y transformarla en realidad es un proceso esencial en la fotografía conceptual”, manifiesta. Si quieres seguir leyendo este artículo adquiere Arte Al Límite número 31…
Por Isidora Cabezón
periodista
Arte al límite
Comments