Las Palmas de Gran Canaria.- Más de 16.000 mayores de 65 años son maltratadas física, psíquica o económicamente en Canarias, lo que supone entre un 5 y un 8 por ciento de los ancianos isleños, la mayoría en el ámbito privado, afirmó hoy el psicólogo Javier Pérez, coautor de un estudio sobre maltrato en la vejez.
Con motivo del día internacional contra los abusos en la ancianidad, que se conmemora el próximo 15 de junio, la directora del centro El Palmeral, Isabel Manzanera, quien compareció junto al psicólogo, detalló que el desconocimiento sobre el maltrato que sufren estas personas es amplio y apenas existe conciencia sobre este problema.
Confió en que la celebración de un día mundial logre cambiar la percepción que existe sobre esta situación y pase a ser una cuestión de índole social sobre la que aplicar leyes e instrumentos para detectar los casos, intervenir y prevenirlos.
Un estudio dado a conocer esta semana por el Centro Reina Sofía de Valencia revela que el uno por ciento de los ancianos encuestados afirma haber sufrido maltrato, porcentaje que se duplica en el caso de los dependientes y por cuatro en los grandes dependiente.
La directora del centro temió que estas cifras se incrementen por el aumento por el envejecimiento de la población.
La residencia ha editado una guía práctica para detectar el maltrato en mayores que será distribuida en farmacias y otros puntos de interés para la población.
Las personas con más riesgos de sufrir maltratos son las que tienen una importante dependencia para realizar sus actividades diarias, así como las que tienen antecedentes de violencia familiar y las que tienen cambios frecuentes de domicilio y centro de salud, máxime cuando depende de un único cuidador que padece alteraciones.
Un factor de riesgo añadido es ser mujer, viuda y mayor de 75 años, subraya el estudio.
Golpes, pellizcos, empujones, quemaduras, tortas y el uso inapropiado de fármacos son algunos de los abusos físicos, a los que se suman abusos sexuales no aceptados por la persona anciana.
En el abuso sicológico el estudio destaca los insultos y agresiones verbales, amenazas, intimidaciones y humillaciones, a lo que se suman la negación del derecho de la persona mayor a tomar sus decisiones o el uso ilegal de sus bienes y dinero.
soitu.es
Con motivo del día internacional contra los abusos en la ancianidad, que se conmemora el próximo 15 de junio, la directora del centro El Palmeral, Isabel Manzanera, quien compareció junto al psicólogo, detalló que el desconocimiento sobre el maltrato que sufren estas personas es amplio y apenas existe conciencia sobre este problema.
Confió en que la celebración de un día mundial logre cambiar la percepción que existe sobre esta situación y pase a ser una cuestión de índole social sobre la que aplicar leyes e instrumentos para detectar los casos, intervenir y prevenirlos.
Un estudio dado a conocer esta semana por el Centro Reina Sofía de Valencia revela que el uno por ciento de los ancianos encuestados afirma haber sufrido maltrato, porcentaje que se duplica en el caso de los dependientes y por cuatro en los grandes dependiente.
La directora del centro temió que estas cifras se incrementen por el aumento por el envejecimiento de la población.
La residencia ha editado una guía práctica para detectar el maltrato en mayores que será distribuida en farmacias y otros puntos de interés para la población.
Las personas con más riesgos de sufrir maltratos son las que tienen una importante dependencia para realizar sus actividades diarias, así como las que tienen antecedentes de violencia familiar y las que tienen cambios frecuentes de domicilio y centro de salud, máxime cuando depende de un único cuidador que padece alteraciones.
Un factor de riesgo añadido es ser mujer, viuda y mayor de 75 años, subraya el estudio.
Golpes, pellizcos, empujones, quemaduras, tortas y el uso inapropiado de fármacos son algunos de los abusos físicos, a los que se suman abusos sexuales no aceptados por la persona anciana.
En el abuso sicológico el estudio destaca los insultos y agresiones verbales, amenazas, intimidaciones y humillaciones, a lo que se suman la negación del derecho de la persona mayor a tomar sus decisiones o el uso ilegal de sus bienes y dinero.
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